Diría que las vacaciones de Semana Santa siempre han sido de mis favoritas. Y estoy escribiendo estas palabras mientras pienso que muchas veces he pensado lo mismo de las de Navidades, sobre todo de la primera semana previa a Nochevieja. Pero lo cierto, es que éstas siempre se me han hecho más calmadas, más costumbristas, como si no hubiera obligaciones de hacer cosas. Y decir esto último cada vez me cuesta más porque hay algo socialmente mal visto en decir que uno disfruta quedándose tirada en casa sin aprovechar para salir de ella cualquier puente libre. Ojo que a mí viajar me gusta, disfruto recorriendo lugares nuevos, pero no nos engañemos, a veces una vuelve más cansada de lo que se fue y cada cierto tiempo a mí el cuerpo me pide un slow life del bueno.
Dormir, desayunar, leer, tomar algo, comer por ahí si eso, echar una buena siesta, salir un poco más y si el tiempo acompaña, alargarte en una terraza disfrutando de una de las primeras noches con temperatura agradable sin ninguna prisa de tener que levantarte al día siguiente porque el plan es más o menos el mismo. Así un día y otro con una rutina deliciosa en la que puedes intercalar, si encuentras compañía afín, alguna excursión a pasar el día o a pasar alguna noche fuera pero sin ninguna obligación de ver cosas, simplemente por cambiar un poco de aires.
Soy consciente de que quizá me esté engañando a mi misma, que al final lo que pasa es que no me ha salido un plan mejor o que no lo haya querido buscar porque toca remodelar el baño y ya sabemos que esas cosas cuestan dinero. Pero para que la presión social no pueda conmigo y me entre la bajona por tener la sensación de que todo el mundo se lo está pasando mejor que yo, he hecho una lista con cosas que hacer que me van a hacer sentir bien:
Estar con mi hermana: Si es que no me voy porque es ella la que viene y pasar tiempo juntas suele ser un bien preciado para nosotras. Hasta cuando lo hacemos viendo películas tan malas como Irish Wish (En serio, wtf, Netflix?) que claramente es un ejemplo de que por ahora la inteligencia artificial no sustituye ni a un guionista mediocre (no tengo pruebas de esto pero a la narrativa de la película me remito). Y para desquitarnos del mal sabor nos tuvimos que poner Planes de Boda (Prime Video), un clásico, mil veces vista, pero funciona como un reloj.
Celebrar el cumpleaños de mi prima: La sustituta en la sombra, “el calienta que sales” el resto del año cuando tengo a mi hermana a cientos de kilómetros. Mi otra bebé cumple años y siempre es un gusto verlas hacerse mayores. Habrá que comer y alargar la sobremesa volviendo a esa rutina maravillosa que planteaba para estos días. Sin prisas, sin ninguna otra cosa que hacer.
Echarme alguna siesta épica (como hobbie favorito ahora mismo): Tanto, que igual la premeditación y alevosía llega al nivel de ponerme Ben-Hur de fondo. Más que nada para que en mi recuerdo quede separada del resto de las siestas épicas domingueras.
Bordar una chaqueta vaquera: En la que estoy poniendo la frase “Light my fire”, por The Doors y porque me hace gracia. ¿Sabía bordar? No. pero entre que veo tutoriales de Youtube y enhebro el hilo ya he pasado la tarde, por no hablar que me resulta bastante satisfactorio llevar a cabo este tipo de ideas aunque al ritmo que voy, me estoy empezando a mentalizar que la chaqueta la luciré allá por 2026.
Leer Normas de cortesía de Amor Towles que la tengo guardada para hacer una maratón porque no cualquier libro sirve para horas y horas de lectura ininterrumpida y este lo compré hace un par de semanas un viernes en el que el sábado parecía que no iba a haber plan. Pero luego surgió algo y decidí guardarlo para la siguiente ocasión y seguir dándole ese halo de compañía fiel y perfecta. Pocas cosas son tan vacaciones como leerte un libro en dos días. Quizá solo superado por hacer el crucigrama del periódico mientras desayunas.
Cambiar el armario: Guardar ya los depresivos plumíferos gordos y jerseys de lana y desempolvar vestidos florales porque de aquí en adelante nunca se sabe y mejor estar preparada e ilusionada.
Se acepta alguna otra propuesta atrevida.
Feliz semana,
M.
P.D.: Estos días…
…estoy leyendo: Cosas que no quiero saber de Deborah Levy como lectura seria mientras de noche me regocijo con Romper el hielo de Hannah Grace, bastante buena pinta los dos por ahora.
…estoy escuchando: Mucho La Bien Querida, empezando por Los Jardines de Marzo (obviamente) y siguiendo por todos sus clásicos hasta llegar ese último disco que machaqué el año pasado cuando salió.
…estoy viendo: Sigo con Outlander (Netflix) que tengo para rato pero el otro día empecé con la segunda temporada de Life & Beth (Disney+) porque la primera me gustó mucho pero todavía no me he puesto seriamente a ello.
…huelo a: los últimos días bastante a Patiala de Thameen, de esas delicatessen para cuando te quieres sentir especial. Que en mi armario todavía no pero en mi tocador ya es primavera.
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De vez en cuando un poco de relax no es mal plan.
De Amor Towles leí sus dos libros: Normas de cortesía y Un caballero en Moscú. Ambos son una delicia. Buenas vacaciones!