Mi tía siempre me ha llamado “princesa” de manera cariñosa. También lo hace con mi hermana y supongo que con mis primas. En el preciso momento que lo suelta por la boca, yo me siento única, especial y muy querida, y me gusta mucho. Siempre fui una niña Disney y siento que esa magia me envuelve cada vez que me lo dice.
Este año, a mis casi cuarenta, voy a cumplir mi sueño infantil y me voy a disfrazar de La Cenicienta. Siempre fue mi favorita. Puede que porque los tres VHSs que tenía en casa fueran La Cenicienta, Merlín el Encantador y Bambi, y como Bambi no me gustaba verlo porque menudo drama, alternaba los otros dos.
Cuando Javier Aznar en su Hotel me preguntó si tenía algún lema en mi vida, justo me acordé de ella. En la nueva película hicieron hincapié en un “have courage and be kind” pero yo me lo amoldé a un “trabaja duro y sé amable”, así al final las cosas llegan. Si con Merlín aprendí que la inteligencia siempre le gana a la fuerza bruta, de Cenicienta me quedé con el valor de la amabilidad, del trabajo de las rutinas diarias y de lo guay que sería que unos ratones y pájaros me ayudaran a ordenar mi habitación. De hecho hay un poster por ahí con una frase de la escritora Kiera Cass que dice así: Cinderella never asked for a prince, she asked for a night out and a dress. Y es que tal cual. Vestidazo y parranda.
Los últimos años ha habido una moda de criminalizar Disney que he intentado contraatacar. De hecho puede que no sea la primera vez que esté escribiendo sobre esto. Por supuesto que entiendo los red flags que puede haber en el mundo del bueno de Walt, pero ya han sabido reírse ellos mismos de todo ello también:
Podría empezar a enumerar todos los valores positivos para desacreditar a cualquier hater simplista que seguramente no ha visto entera una película para centrarme en otro detalle que dijo Javier en el Hotel: las películas de Disney pudieron ser y serán ese resquicio de felicidad en hogares en los que las cosas no eran fáciles.
Y más allá de los lugares felices de nuestros recuerdos, me gusta su parte comunitaria. Que todas las amigas tuviéramos el mismo CD grabado con nuestras canciones favoritas y cantáramos las canciones todas juntas en el coche. Muchos años más tarde, hubo un día que dejamos a los descendientes flipando cuando viendo Aladdin nos arrancamos con Un genio tan genial de pe a pa. Porque quizá lo más bonito de todo son esos momentos compartidos que se crean.
De mis fotos favoritas, enseñándoles Merlín por primera vez.
Porque ojalá poder viajar al pasado, compartir un rato con la Maddalen de 5 años y darle la ilusión de que un día se iba a disfrazar de su princesa Disney favorita simplemente porque le diera la gana.
Y por si alguien no sabe por dónde empezar…
Mi TopTop:
-Merlin el Encantador
-Aladdin
-Cenicienta
-Frozen
-El rey león
-Enredados
Canciones que me sé de memoria de principio a fin con los que empiezo y no puedo parar:
-Un genio genial (Aladdin)
-Bella (el del inicio, La Bella y la Bestia)
-Parte de él (La Sirenita)
-Bajo el Mar (La Sirenita)
-Pobres Almas en Desgracia (La Sirenita)
-Busca lo más vital (El libro de la selva)
-Preparaos (El rey león)
*Y algún otro clásico que por supuesto me sé pero dejo de lado por evidente. Por cierto, millones de gracias al que decidió que en la película (humanos) nueva de La Sirenita, las canciones iban a tener la letra del primer doblaje. Todos los que abogasteis por que no pasaba nada por cambiar alguna frase en los nuevos doblajes remasterizados que se hicieron o en cualquier otra versión que ha visto la luz, podéis arder en el infierno.
Cosas que han llamado mi atención desde la última vez que escribí…
-Por fin he leído ‘El invencible verano de Liliana’ en el que Cristina Rivera Garza narra el feminicidio de su hermana. Sobra decir que es un libro duro, pero a su vez también es educativo porque visibiliza todos esos violentos detalles que muchas veces pasan desapercibidos. Y por supuesto también es un precioso homenajea a Liliana. Este final me parecido para enmarcarlo:
Podría haber seguido subrayando hasta el final.
-Y para meterle algo de frívolo placer al acto de leer, estoy muy dentro de todo lo escrito por Abby Jiménez. Novela romántica, bien escrita (que no suele ser tan común), con puntos divertidos y con personajes bien construidos. Pa qué más.
-Me obsesioné con este vestido rojo de Damson Madder por el que estuve dispuesta a pagar aduanas (aunque al final con un email detallando el contenido del paquete fue suficiente) porque estoy convencida de que voy a ser muy feliz luciéndolo.
-Normal People a vuelto a nuestras vidas para volver a obsesionarnos como en 2020. Está en abierto en la plataforma de RTVE y yo ya no la puedo recomendar más.
-En Hunky Dory estamos en época de buscar nuevas y llevamos unas semanas en el muelle de San Blas agonizando nuestra ansiosa paciencia pero estamos convencidas de que la espera va a merecer la pena. Llegan unos perfumes de los que gustan a cualquiera, un perfumón que hay que tener carácter para atreverse y otras divertidas novedades en el que destaca una colaboración con el propio Bret Easton Ellis. Ahí lo dejo.
-Por culpa de mi influencer de cabecera, me he obsesionado con un bolso azul de hace dos temporadas de Arket y aquí estoy, metiéndome varias veces al día a Vinted para ver si alguien lo quiere vender.
-Desde el pasado domingo, no sé cuántas veces he visto el vídeo de la intro de David Tennant cantando 500 miles en los Bafta.
Y para terminar, la canción que no puedo parar de escuchar los últimos días, que seguramente llego tarde pero lo importante era llegar:
Volveré,
M.
P.D.: Me podéis encontrar también en Instagram, en Tiktok y en la mejor perfumería del mundo. Y por ahora también en Bluesky.
A mí Preparáos me da miedo porque Scar me da muchísimo miedo también, peor estoy contigo en esto :)
El libro de la selva, también es 🫶🏼